GRACIELA MORI
COMO LÁGRIMAS EN LA LLUVIA
 ¿Qué nos hace humanos? ¿Qué nos hace auténticamente humanos en un mundo que puede falsificarse? (El lado invisible)
Noche del domingo 25 de octubre 2057. Comprar una oveja de verdad, en lugar de esa falsa que tenemos. Un mero animal eléctrico. —¡Cacho, deja de matar androides! La consola, órgano de ánimo, está ubicada en la mesita de luz.
Marco lo que tengo programado.
1- 481, dormir plácidamente.
2- 88, aumentar el volumen del sueño.
“SUEÑO” La habitación se distorsiona, las paredes se ondulan. Paredes de papel muy fino, opaco, como papel de calcar. Papeles con dibujos de animales que se confunden tras el color grisáceo de la lluvia que traspasa la ventana. Yo deseo que esos dibujos tomen vida. Esas paredes son como hojas fantasmagóricas. Recortar el contorno animal para que se desprendan del silencio y adquieran algo de consistencia… Más tarde los dibujos toman corporalidad. Consistencia azul desfilando por el cuarto. Vuelan y chocan entre sí. No saben despertar de sus dibujos. Una paloma transparente completa de mensajes, sale del cuarto hacia el espacio, surca el mundo humeante y destruido en el que vivimos. Escribe en su vuelo: —Yo he visto cosas que ustedes no creerán. —Atacar aves en llamas más allá de Orión. —He visto rayos cortantes brillar en la oscuridad de la puerta.
—Todos esos momentos se perderán en el tiempo como lágrimas en la lluvia.
Fin.
KARINA GROSSO
¡ILUSOS! ¿Soñar es humano? No, la ciencia demuestra que los animales sueñan. Solo que los humanos interpretamos lo que soñamos, “soñé que moría mi jefe, ¡le alargué la vida”! Ilusos. Los animales sueñan, pero no cuentan sus sueños a otros. Algunos humanos interpretan sus sueños como premoniciones o intuiciones. Otros humanos hacen teorías con los sueños, Freud dice que el sueño es una producción del inconsciente, Lacan dice: “el sueño es su texto”. Las ovejas o los perros eléctricos, da igual, tienen cuatro patas y ya existen. Pronto habitarán nuestros sueños también. Entonces los humanos si soñaremos con ovejas eléctricas. ¿Y con que soñarán los Androides?... Los androides soñarán, con tener un cuerpo. se preguntarán como sentir el dolor de la pérdida de un amor, el conflicto humano, la crisis, la felicidad de un sueño logrado. Ilusos Podrán leer nuestros deseos, pero no desearlos, podrán intentar cosificar nuestro deseo para poder crear algo vendible. Pero el deseo humano es tan inalcanzable, tan metonímico que se escapará entre sus dedos metálicos y al fin cuando los androides crean que capturaron nuestros anhelos, nuestro entendimiento, allí volverá a surgir algo nuevo. Una nueva aspiración que alcanzar. Ilusos, nada nos colma y eso el mercado lo sabe, siempre tendrá algo nuevo para ofrecernos: Ese auto, si ese, si lo tuviera sería tan feliz, Ilusos. Cambiar de sexo, de género, de identidad, cambiar de país rápidamente, vuelos low cost a Júpiter, cada vez más rápido y más baratos. Eso si me hiciera tan feliz, tener un hijo, tener ese cuerpo, tener ese título. Ilusos Tener un cuidador androide que no se canse de nosotros, aunque lo maltratemos. Que alguien nos quiera, nos elija, que quiera compartir tiempo con nosotros porque tenemos algo interesante que decir o algo aburrido, da igual. El androide sueña con ausentarse y que lo esperemos, que nos preguntemos ¡¿va a venir? El androide sueña con ser humano y entregarse al placer como lo hacen dos amantes. No, los androides no sueñan con ovejas eléctricas, sueñan con ser humanos Detrás del algoritmo hay un humano creando una inteligencia que lo supera, pero no puede dejar de sentir esa frustración del “no todo”. No todo es posible, los Androides también se apagarán un día y con ellos las ovejas eléctricas. Ilusos
LUIS LANGELOTTI
FANTASÍAS DE MUERDE-VELA
Oh, queridos geómetras, los veo muy confiados
Pero llegará un tiempo en que las curvas se enderecen
Un momento en que las líneas se curven
Y en que ya nada se calcule ni se promedie ni pronostique
Ya casi llegamos al ombligo del sueño de la Razón
Y tu modernidad tardía no ha hecho más que acercarnos
Y entonces ya nada es ni equivalente ni no equivalente
Ni exacto, ni inexacto
Ha llegado la hora en que el azar inunda nuestra vida
Y todos los algoritmos retroceden impotentes
La infantil percepción de las cosas que teníamos
Quedó trunca para siempre…
Este sueño racionalista más que “era del vacío” es época de lo lleno
Yacemos absortos ante la prepotencia del ente
El peligro ha acaecido, ya no habitamos poéticamente
Sólo producimos patéticamente anestesiados, sin “más allá”
Tekné oprime a ethos
porque el significante comanda
Es lo que se impone…
Pero amando, quizá, aletheia reduzca a tánatos
¿Podrán los robots causar el deseo?
Probablemente estén más cerca de provocar el desastre
El día que atienda a mi primer paciente robot
Le aclararé desde un inicio que… ¡no fui programado para ayudarlo!
Pregunta, misterio y enigma
Son nuestro posible camino para zafar del sueño racionalista
Son nuestra manera de despertar
Para poder soñar con cosas nuevas y no siempre lo mismo
“No lo soñé” dijo el Indio
“Este mal que me afecta no es un sueño, es bien real”
Y sí, tristemente, el mal es real.
Pero no todo es maligno en el sentido del soma
Hay otra maldición que pesa sobre el hombre
Que pulsa desde el núcleo de su falta en ser
¿Podrá frente a ese real la IA decirnos
“de qué se puede gozar y de qué no”, como alguna vez sí lo hizo el padre?
Solamente a condición de que la técnica
No quede en manos del Anticristo de turno
de aquel que atenta contra el vínculo del hijo y el padre
rechazando al espíritu santo (al amor).
PICADITO PSICOANALÍTICO
Duelo difícil en el Estadio del Espejo, queridos oyentes. Hoy se juega la final del Sujeto del Deseo y se enfrentan las pulsiones de vida contra las pulsiones de muerte. Antes de comenzar el encuentro hubo incidentes en las inmediaciones entre las representaciones-cosas del principio de placer y las representaciones-palabra que alientan por el principio de realidad y que llegaron en micro desde la Localidad del Preconsciente. Vamos a ver cómo forma la primera formación de inconsciente: tenemos al yo, al ello y al superyó en defensa (juegan con línea de tres). Al arco va la pulsión y en el medio un recuerdo encubridor. En la delantera tenemos fantasías edípicas y deseos incestuosos. La segunda formación del inconsciente, la del goce que mejor no, tiene en el arco al objeto a, en defensa al retorno de la reprimido, en el medio a los restos diurnos y en la delantera tres sueños: el sueño de angustia, el sueño parricida y el sueño histérico donde el deseo queda insatisfecho. ¿Jugará esta tarde “la bella carnicera”?
¡Arrancó el partido! La tiene el ello, la juega para el yo, el superyó demanda que se la pase y lo hacer sentir culpable, pero como este equipo se analiza el sujeto avanza y no retrocede en su deseo… abre el juego para el recuerdo encubridor ante la marca de los restos diurnos. La juega rápido para el sueño de angustia que hace una pared formidable con el sueño histérico de la bella carnicera. El sueño de angustia queda mano a mano con el objeto a que sale a achicarlo y entonces define, como decía mi viejo, “despacito y por arriba”… GOLAZOOO!!!! ¡¡¡GOLLLLL!!! Al ángulo, aunque lloren desconsolados quienes apoyan al goce que mejor no y sufran las pulsiones de muerte, se materializa el deseo y la hinchada festeja con muchísima alegría. Escuchemos a los muchachos cómo cantan desde las gradas:
Es una tarde de sol, no se la vaya a perder, el ego va a correr, la culpa también… ♪♫
San Justo, septiembre de 2025.
VÍCTOR HUGO IBÁÑEZ
EXITOSAMENTE
La tecnocracia y la tecnociencia es imperativa e indiferente
hacia el factor humano.
Vamos apretados a la encrucijada de un solo camino
El camino único...
el camino hacia la muerte.
Esta insistencia en la objetividad de lo unario nos empuja a la condición de objeto
Un objeto insensible afectado.
Porque ¿quién "mal o bien" no tiene afectos? Hasta el fascista lo tiene...
déjenlo solo por diez minutos y verán.
Hasta el lenguaje del poeta está tecnificado no puede escapar a la cuestión epocal, él es parte de este momento histórico empobrecido, nefasto, autodestructivo.
No tardarán en aparecer los tecnopoemas Con metáforas traídas de los pelos no es la IA Es la velocidad del momento
La urgencia que afecta a la producción.
estamos tan tecnificados
que hasta nos dicen
qué tenemos que comer.
la figurita difícil es una mayonesa casera o un dulce casero. Ni hablar de la juntada Solo para hablar de nada ¡ah....! Pero eso no tiene precio.
Nos han cambiado los anhelos "cuando sea grande quiero ser..." por "cuando sea grande quiero tener...!
y así
Rotundamente terminamos
en el éxito.
6/25
MÓNICA GONZÁLEZ
UN ADIÓS
Destellos sobre la arena, una brisa osa
raptar.
En silencio las Sirenas,
tan coloridas,
se ven pequeñas.
Un manto de gotas,
cubre la aparente seda. Sana y vacía.
En la noche fría.
Un adiós truena en la oscuridad.
UN AMOR
Arde en llamas de quimeras.
Un corazón prendado, estalla en su
ilusión. Descansa entre rosales,
a la espera.
Porque se siente.
Porque vive.
Se atreve al posible Desamor.
RECUERDOS
Aquel recuerdo descansa en el hielo,
cubierto de copos,
que un corazón olvidó. Sumido entre
lirios,
hoy sueña con dulces colmenas.
Un canto ardiente,
que quiebra el sosiego,
entre caminos desnudos,
ya sonriente.
Días lozanos.
Recordados serán.
LOS SIN SUEÑOS
Aquellos,
Los sin sueños,
Sin anhelos.
Sin deseos.
Sabiduría derraman en fantasía ajenas.
Pobre el necio en su conciencia,
Sin abandonos,
Sin ausencia.
Goza en su gangrena.
SIN DESEOS
No suspiran
No sueñan mariposas revoloteando en
sus cabezas.
No huelen la hierba en la pradera. Solo repiten y repiten, la orden que se les
dio. No conocen los sabores de las
almendras, ni sienten las caricias del
gato, al cruzar el portón.
Solo contienen datos de otros, aquellos
otros que respiran a cada paso, aquellos
que saben de amor.
BICICLETA
Turbia la línea que da conciencia a la
máquina de información. Siniestro el que se llama ingenuo, que
con indulgencias sutura los sueños de
velas chinas a su favor.
CARMEN MAGLIONE
NOS ENCONTRAMOS 
Nos encontramos caminando por la playa frente a frente, íbamos en distinta dirección, fue mágico, cuanto tiempo sin vernos, nos reconocimos desde lejos, quedamos inmóviles, paralizados, mirándonos a la distancia. Cuanto tiempo, casi nueve años, que gran momento, vernos otra vez, nunca dejamos de soñarnos, siempre supimos que de algún modo seríamos parte de la vida del otro, como la primera vez que nos vimos. Las olas del mar festejaban nuestro encuentro, no paraban de agitarse, cada vez más fuerte, nos regalaban caracolas y conchillas, una más linda que la otra. Sabíamos que algún día pasaría, siempre fue nuestro lugar preferido, sentarnos sin hablar a escuchar el mar, sentir la brisa fresca, y por qué no caminar, mojarnos los pies, reírnos, disfrutar el atardecer, de repente todo frente a nosotros una vez más, una nueva oportunidad. Cada vez más cerca, sin respirar, solo vernos y volvernos a encontrar, volverte a abrazar, te tengo de frente, que bueno hijo, o no dios, me vuelvo a despertar, solo era otro sueño más.
NATALIA FIALÁ
EN EL BORDE
El tiempo es confuso
y el lugar impreciso.
Amigos extraños y familiares desconocidos forman parte de una escena
que se monta y se desmonta.
Las leyes pierden sentido frente a un espacio inédito
donde todo lo que invento
parece cierto.
Seres naturales y artificiales animales y androides auténticos e impostores habitan un mundo de caos y desorden donde miles de pruebas y experimentos sucumben en el límite indeciso
entre lo real y lo ficticio.
En algún momento abro los ojos observo la puerta entreabierta y la persiana levantada hasta la mitad de la ventana. En una luz tenue me esfuerzo por volver a ese universo tan propio como enigmático tan nítido como impenetrable. Cierro los ojos logro volver, pero estoy en otro lado. Me aferro a lo que veo. Lo retengo con todas mis fuerzas hasta perderme al fin en una marea de olvidos.
Y entonces lo escribo, lo canto, lo pinto. Le pongo un nombre y lo dejo ir.
Algo pierde peso en mí. Algo se libera y me libera de esa realidad tediosa y mortificante donde estoy despierto pero adormecido donde me creo, o quiero creerme
que el control puede ser mío.


