RANDONAUTICA
por GLADYS CEPEDA
a Néstor Perlongher


fotografía: "Ojal"
Jeuroz´25
noche
afuera una metrópolis
de ventanas
con formas de serpiente
su cabeza como la tuya
incesante testigo
sienten la trampa
por urgencias en gritos
seguimos preguntando
¿qué es el presente?
¿un cementerio
tallado por rumores
con marcha fúnebre
detenida en el tiempo?
tras sus ojos
los tuyos
los nuestros
los de ellos
son compuertas en la laceración de la lluvia
sobre la corteza la calzada irriga el ser pernoctante
en un bostezo
un traje ceremonial
sueña huesos
la mano se acurruca
sobre lecho de papeles
Time New Roman
¿Podría ser tu golpe de suerte?
queres contar todo
pero no te alcanza
redes sociales
boca a boca
llamada tribal
siempre te espera
la ciudad – graffiti - mancha de musgo
tiene el vientre abultado por un aire famélico
te sopla el diagnóstico
siempre la conciencia
aprieta
la máquina de escribir
con luz intermitente
reproduce prolongada maniobra
su seducción de anónimos
inventada por detalles
de los que alguna vez fueron futuro
ahora
desconcierto
por cada documento de identidad
todo
se vuelve esquina de tormentas
las teclas activan
fieras enjauladas
música desdentada
como un remate de piano
desde la Remington
sobre blanco
recogen voces negras
en el paradigma del siglo XXI
tu pecho vomita
letras
femenino - masculino
herencia de cosmos no binario
con corbatas de senos
la impaciencia fuma
en alcantarillas de la memoria
el cielo
marca de la bestia
cubre torres y campanarios
bucea en sótanos
náusea asfixiante
el sexo se estrella en confesionarios
donde la invocación
es recurrencia del miedo
las veredas parecen suicidas
son como un cuello con sangre seca
el asfalto
heridas de óxido
el puerto
tiene la fisonomía
de un asesino
huyendo hacia el río
la ciudad – estafa
todos portan máscaras numeradas
por su reflejo
un oxigeno realiza el mismo recorrido
que poemas extraviados
versos sufren
aman
se arrepienten
orinan
degluten
odian sus brazos
danzan en tu saliva
podes atravesar
cada centímetro de smog
como un vidente
sin que la incertidumbre
te tome por asalto
recitando para no perderles pisada
nunca tienen la misma talla
ni destilan el mismo silencio
que la primera vez del encuentro
con tinta
en estado de descomposición
sentirte fantasma
ver el velo
pragmático
el alcohol es su plegaria a dios
en bares
son metáfora
de insomnes que se convertirán en lluvia
buscando el origen de especies
inquietos
sus rostros son vías de trenes
donde los muertos llevan maquillaje
piden explicaciones
cuchillos responden con algoritmos
en la desnudez
de núcleos urbanos
pernoctan en su materia
colmenas se titulan con apellidos ilustres
y tensan los vórtices para
los pintores sin manos
retratan nuevo aturdimiento de los focos
la soledad se los aconseja
vos sellas sus testimonios
con lápices que escriben el aire
en cada flor
habita una partícula de crueldad
como cada semana
de infinitas horas
pájaros en su uniforme
de piel antropomórfica
emprenden vuelo
bajo tierra
en subterráneos
convidada de rocío
la luna toma fotografías
ella te ayudo
a armar el rompecabezas
ella es una niña
se eleva en sueños
retoca el espejo
atraviesa la mirada
pero tu pupila la detiene
siempre existe un cazador
esperando
dar la estocada final
ciudad- biblioteca
antología de momentos iridiscentes
convertido en acrósticos
la tapa y la hoja final
necesitas palparlas en cámara lenta
aspirar su polvillo
sentado sobre la niebla
dejas el corazón
entre la decadencia de un muelle
en la paciencia de un barco
el alquitrán desciende en su origen transexual
se inicia en tus parónimos
quieto
un ángel es punto y aparte
necesitas
la oración
la avidez
caballos con formas de nubes
o caireles
en el resplandor de carteles de neón
para ubicar remiendos
tinta china
sobre la epidermis
del cuaderno de notas
bajo los puentes
la transpiración seca
recortes amarillentos
mandatos familiares
del aeropuerto
la plaza
arriban
millones han danzado
música de república
sembrada semilla de congoja
frente a la mujer dorada
rodear de pétalos de historia
sucumbe la gnosis
y quedan una masacre de luciérnagas
siempre quedan
vos escondes
rasguños en tus cabellos
el escape
es no estrofa
para impedir el punto
sigue creciendo
la marea
la insistencia
del sudor sobre las huellas
la sed
la cercanía del deseo
en el fondo de tu marcha
un tul de seda
cubrirá tu cuerpo amado
dividido
por la brújula de los sentidos
observar como el amanecer
atraviesa la audacia
y ver recorrer
mil hojas del invierno tardío
te lo cuentan
millones
de dígitos de identidad
persistencia bajo periódicos viejos
ensayas
la oratoria
de los abrazos
en paraísos artificiales
una puerta en la columna
de cualquier cementerio
pavimentan la historia
cada pedacito de cirio
inician el regreso del sol
todos la confunden en la ceguera del horizonte
¿será fácil amar a alguien que reconocemos?
Como gatos salvajes
Náufragos con sus guitarras expresionistas
Elevan sus placentas con acordes de blues
Tus niñas de los ojos
Los esperan entre las alturas
De un día cualquiera
Ellas te traen todos sus secretos
Invisibles en las canciones
Recorriendo
los huecos de tu léxico
Cuántas vidas circulan tu tiempo
Cuantas forman parte de esta reacción en cadena
Que llamaremos ciudad
Das vuelta la página
Es la oscuridad
deletreas
La catástrofe de tus sentidos
El cronómetro de latidos lo ordena
Como un pasaje del poema
Hacia el relato de un ser olvidado
Por tangentes
la madrugada
se recuesta en tu avenida
Ella se ha enjaulado
Entre tus dientes
Un asentamiento urbano
En tus orejas
el asombro de un empedrado psicodélico
quedaron palmas y una fuente
octubre
es el punto destinado al reintegro
donde las venas se ensanchan
ciudad acartonada
las ruinas dan cobijo
a espectros y criaturas encarnadas
pernoctan
la hermandad del precipicio
tu laptop encontró
la forma de traducir estos idiomas
por la hendidura
cada brillo que nace en las muñecas
son monedas
entre los que dormitan
sobre espaldas de brea
una telaraña
desfigura la urbe
los cables sostienen este vacío
que debilita
lentamente
un rojo de misterio que planta
escaleras
columnas y sobras de la tarde
parece que las cosas van y vienen
como una puerta giratoria
instantes donde la ley de gravedad
se desconecta
y todo se eleva
hasta diluirse
trasciende los límites
quiere recobrar
la esperanza
un teatro de marionetas
son actos progresivos
nitidez de los gallos
esperan su presentación en este anfiteatro
cuando el horizonte se descorre
y deja asomar los techos
sus parlamentos en la intensidad
la fiebre todo lo consume
como la insatisfacción
ese resto de madrugada
ese estar desvelado
es parte de esa fiebre
que carcome este núcleo
de solitarios
inmortales
de frikis
emperadores
jinetes
peones
todo parece parte de una leyenda urbana
o de un relato de Roberto Arlt
juego de ajedrez
de nuestra civilización
a la distancia los hospitales
se asemejan a fantasmagorías
acechantes
hálito y ahogo
de los que arriban
de los que parten
con su pellejo cano
angina en el alma de las tinieblas
así es el espejismo que le recorre
La supervivencia entre archivos
Y aplastas marcas de improperios
En loseta que se fija bajo los pies
Nace la ciudad en cada una de las paginas
Procrea y fenece
Como la reproducción
De tu viaje
Una puerta te abre en dos mitades
La que te acerca a este presente